Algunos datos que te harán comer fresa deshidratada todos los días
Sin duda alguna, uno de los frutos preferidos por todos es la fresa. Ya sea en el helado, en el licuado, en un sorbete, en un pastel, en una crèmee brûlée y hasta en pechugas rellenas de fresa deshidrata la degustamos con suma delicia; esta fruta es un manjar de dioses.
Tan manjar de deidades es que los griegos la ligaban a la diosa Venus, quien, suponen algunos historiadores, lloró llanto de fresas cuando el celoso Marte convertido en jabalí mató al bello Adonis, a quien la diosa amaba con locura. Su forma de corazón no miente.
Los antiguos romanos, herederos principales de la cultura griega la utilizaron medicinalmente para curar, entre otros casos, la melancolía, que de esta manera conocían en la antigua Roma a la depresión y a la tristeza. Se alimentaban, digámoslo simbólicamente, del llanto de la diosa del Amor para curar el llanto amoroso y melancólico de su alma.
Sin embargo, el mundo ha cambiado y los avances científicos en lo que toca a la medicina han quitado el viejo paño de los mitos de nuestra frente y han aportado otros conocimientos que no podemos ignorar.
¿Pero, qué sabemos realmente de las fresas? Algunos datos curiosos sobre este manjar de “temporada” es sin duda el bajo nivel de calorías que tiene: una taza de estos corazones en forma de fresa aporta sólo 43 calorías que es muchísimo menos de lo que aporta cualquier bebida gaseosa sabor a fresa; así como en la antigüedad ya era utilizada como antiinflamatorio, actualmente se ha comprobado que la antocianina, abundante en este fruto de pasión, es un tipo fenol que funciona como antiinflamatorio y además es un súper antioxidante natural.
Otro compuesto antiinflamatorio y antioxidante que se encuentra en las fresas es el manganeso (21 gramos por taza). Para tener unos huesos sanos no sólo basta el calcio que aporta la leche, sino también de magnesio, el potasio y la vitamina K, los cuales abundan en esta fruta.
¿A poco no las fresas son un manjar en extremo nutritivo?
Aunque no podemos ignorar otra de las características de las fresas que es la de su tiempo de descomposición. A diferencia de una manzana que dura entre 10 y 15 días en descomponerse, a una fresa sólo le bastan 5 días para echarse a perder. Además, por ser tan delgada y tener prácticamente la carne expuesta, la primeras fresas en descomponerse terminan por pudrir a todas a su alrededor.
Por eso, la época de su consumo es la época de su “temporada” que se encuentra ubicada entre los meses de diciembre y abril; es cuando todo mundo compra, prepara, sazona su día a día con estas bayas. Sin embargo, vivir con la temporada es algo que como seres civilizados hemos dejado atrás. En el periodo neolítico la humanidad comenzó a cambiar con el descubrimiento y perfección de la agricultura y fuimos pasando del nomadismo al sedentarismo. Esto provocó también avances en el tratamiento de los alimentos: si ya no andábamos largos trechos en busca del animal que en su cadena alimenticia migra según las temporadas de sus alimentos habría que conservarlos de otro modo. Así pues, se inventó la deshidratación.
Algunas personas son algo reacias a consumir este tipo de alimentos, pero no tienen la culpa: solo es un poco de desinformación; todos podemos llegar a la información adecuada en el momento preciso.
La fresa deshidratada, así como todos los frutos deshidratados, no pierde en nada los nutrientes que la caracterizan. Es más, esta es un sustituto perfecto para cambiar los malos hábitos a la hora de los antojos. En vez de irte por unas “papas” o frituras, un puñado de fresa deshidratada te aporta las vitaminas que tu cuerpo necesita y, además de un alto contenido de fibra dietética, te calma la ansiedad que podría inflarte los cachetes.
Comer sano es deber humano en estos tiempos. La industria de los alimentos a veces es muy perjudicial con el medio ambiente y cada vez son más los productos seudo alimenticios que en vez de ayudar dañan a la naturaleza y a tu propio cuerpo. Por eso te recomendamos que alimentes tu ser con frutas, con el alimento de la tierra y no te preocupes por la deshidratación, ya que toda fruta deshidratada sin duda te ayudará a cambiar los malos hábitos creados por publicistas sin escrúpulos.
Para finalizar, te recomiendo que te visites este post que contiene algunas recetas de cocina en las cuales puedes utilizar la fresa deshidratada para que así las vayas integrando a tu menú cotidiano. En él podrás hallar, por ejemplo, cómo hacer las pechugas rellenitas de fresa deshidratada que al principio de este texto te mencioné o una gelatina deliciosa que te hará celebrarlo con un beso a tu enamorad@.
En su novela Como agua para chocolate la escritora mexicana Laura Esquivel dice al respecto de las emociones que estas se viven, se reconocen pero sólo un cachito de ellas puede ser expresado en palabras o conceptos. Sabiendo esto, ¿por qué no expresamos con fresas ese cachito de sentir que de otro modo resultaría un poco difícil? Las rosas y las fresas (que, por si no sabías, son primas cercanas) nos ayudan a destrabar la lengua de las emociones y a expresar de una manera roja y pasional la maraña que vive en nuestro corazón lleno de amor pero a veces escaso de palabras adecuadas y efectivas.
Nos vemos en el siguiente post del blog de Instantia, no te lo pierdas si quieres conocer más datos interesantes como los que te presentamos este día.