Ajo en polvo, la receta secreta para sazonar tus platillos
¿Sabías que el ajo es un bulbo, primo de la cebolla y que tiene su origen en Asia? Muchas personas creen que el ajo es de origen mediterráneo, sin embargo tiene su origen en la República Popular China, donde también se encuentra la mayor producción a nivel mundial; además de los beneficios nutricionales para la salud de las personas, el sabor que aporta a los alimentos ha sido la razón principal por la que ganó adeptos en todo el mundo.
Debido a que este bulbo se reseca rápidamente y a que a muchas personas, especialmente a los niños, les parece muy fuerte su sabor, una de las formas de prepararlo para su consumo es como ajo en polvo, proceso que se obtiene al secar el ajo de forma natural o en el horno y posteriormente moliéndolo en un molinillo especial para especias y mezclándolo con sal; incluso podemos encontrar mezclas de ajo con sal y cebolla en polvo, o esta misma con chile piquín, obteniendo un verdadero sazonador para todo tipo de alimentos, especialmente de la cocina típica mexicana, donde se utilizan como base para una enorme variedad de platillos.
Anteriormente hemos hablado en este blog sobre los beneficios nutricionales del ajo, que es utilizado en la dieta de los deportistas y vegetarianos pues aporta proteínas, carbohidratos y minerales como sodio, potasio, fósforo y magnesio, indispensables en la dieta de las personas que realizan actividades físicas intensas. Pero en esta entrada nos enfocaremos en los compuestos aromáticos azufrados, que le proporcionan la propiedad más notable: su sabor.
Casi todos conocemos el ajo como un bulbo blanco, pero no es el único tipo de ajo, encontramos:
- Ajo blanco. El ajo tradicional, común, que todos conocemos y encontramos en cualquier verdulería, supermercado, e incluso en las tienditas de la esquina; en algunos lugares es común encontrar campesinos vendiendo bolsitas con varias cabezas de ajo, frescas y carnosas a precios muy accesibles. Las personas que cocinan a diario y disfrutan del sabor del ajo entero, o buscan aprovechar sus nutrientes al comerlo entero, pueden aprovechar y comprarlo de este tipo.
- Ajo morado. Al igual que la cebolla, tienen un color morado en la cubierta y un sabor más intenso que el ajo blanco, ya que es un poco más picante; el inconveniente de este ajo es que madura antes que el blanco y se conserva por menos tiempo.
- Ajos tiernos o ajetes. Son ajos pequeños, con un sabor y olor menos intenso, ya que son bulbos recolectados cuando aún no terminan de madurar. Suelen utilizarse para la cocina gourmet o para platillos para niños.
Es posible obtener ajo en polvo en cualquiera de estos tipos de ajo, con lo que podemos aprovechar su sabor e intensidad sin tener que adquirirlos frescos, especialmente para las personas que, por trabajo, no pueden hacer compras y cocinar diariamente, o para quienes se dedican de lleno a la cocina y requieren agilizar los procesos y sazonar sus platillos con ajo, sin la molesta sensación de repetirlo constantemente o sin que las personas a quienes les desagrada, se quejen por encontrarlo en sus platos.
El ajo es uno de los alimentos más completos que podemos encontrar, sus cualidades principales para la salud se relacionan con su compuesto alicina, que es un vasodilatador natural, que ayuda a que la sangre circule adecuadamente por todo el cuerpo y se prevenga la formación de placa de ateroma, de las cuales el colesterol es responsable; por lo tanto, el ajo ayuda a controlar la hipertensión arterial y la formación de trombos sanguíneos, pues ayuda a que la sangre fluya con mayor facilidad. Además, el ajo es un diurético natural que ayuda a combatir la retención de líquidos y es antiséptico y bactericida, por lo que se recomienda mantenerlo como parte de nuestra dieta diaria, consumiéndolo en polvo, entero, crudo, asado o cocido.
Para sazonar nuestros alimentos con ajo, podemos utilizarlos enteros para perfumar el aceite con el que vamos a cocinar, o ponerlos a la plancha y una vez tiernos, cortarlos y añadirlos al plato de las personas que los quieran comer; si lo utilizamos entero, podemos abrirlo y extraer el germen o brote que se encuentra en su interior, que es el responsable de que repitamos el sabor constantemente.
Sin embargo, el ajo en polvo es la mejor forma de disfrutar de su sabor, sus propiedades e incluso aprovechar para crear otros platillos, de acuerdo a nuestro gusto y paladar, para aprovechar los beneficios nutricionales, pero también para disfrutar de nuevos sabores; podemos macerar nuestras carnes o bisteces con mezclas de ajo y cebolla en polvo, limón, especias, cerveza y otros ingredientes, incluso podemos utilizar pimienta y ablandador de carne. También podemos sazonar salsas, como las tradicionales de chiltepín o chile piquín, ensaladas, sopas, pastas, guisados, pescado, incluso para la elaboración de pan.
Utilizar el ajo molido nos garantiza una mejor distribución del sabor, especialmente si la mezclamos con la sal, que además de condimentar los platillos, nos ayuda a dejarles la sazón especial que sólo los amantes de la comida deliciosa le pueden dar.
Hasta hoy, el ajo ha sido uno de los protagonistas de la cocina internacional: fileteado, entero, crudo, mezclado con aceite o en polvo, es uno de los condimentos más utilizados, ya que puede utilizarse tanto en sopas y pastas como en carne, pescado o ensaladas. Ya que el ajo fresco tiene un tiempo limitado de vida y de aromatización, lo más recomendable para su almacenamiento y aprovechamiento al máximo, es utilizarlo en polvo, lo que a la larga es más económico y eficiente, especialmente para las personas que tienen poco tiempo para cocinar.
En Instantia encuentras la mejor calidad en ajo en polvo, con todas las propiedades y beneficios del bulbo en su estado fresco para que aproveches su sabor y minerales. ¡Conócenos y prueba nuestros productos!