Datos en torno a las verduras deshidratadas
Hoy en día, mucha gente conoce las técnicas de secado de alimentos más tradicionales, entre las cuales se encuentran el secado al sol o la salación, pues esto ha sucedido durante muchos años, siglos para ser exactos. La deshidratación o el secado es un antiguo método de conservación de alimentos, así que los esfuerzos por secar los alimentos perfectamente, llevaron al hombre a la invención del primer deshidratador para alimentos en el año de 1795.
Los consumidores pueden realizar este trabajo con cualquier tipo de alimentos, desde verduras deshidratadas hasta frutas, haciéndolo para uso personal, pero así, también los fabricantes ofrecen una amplia variedad de alimentos deshidratados para cualquier tipo de uso. En la deshidratación es posible que se pierdan algunos nutrientes en los alimentos, no obstante, los procesos tanto de deshidratación, como de rehidratación, tiene un papel sumamente importante en el valor nutritivo que se obtiene, y si se maneja adecuadamente, estos niveles no decrecen considerablemente.
Cabe señalar que durante el proceso de deshidratación se elimina toda la humedad posible y que pueda existir en los alimentos. Los métodos ocupados son el secado al sol, deshidratantes eléctricos o los hornos comunes. Es importante comentar que los hornos de microondas son utilizados para secar hierbas; entre los procesos del secado solar se recogen los rayos solares en una unidad completamente ventilada que elimina la humedad de aire. Cada uno de los alimentos que se encuentran deshidratados y carecen de la humedad que se necesita para que crezca el moho, bacterias y levaduras que los hacen descomponer, evidencia sus beneficios.
Las frutas que son deshidratadas en forma de barra se utilizan a manera de aperitivos, en su caso los vegetales de esta forma son especiales para guisos y sopas. Los excursionistas o campistas son grandes apreciadores de estos alimentos deshidratados, principalmente por su poco peso, el largo tiempo que se dispone en cuanto a conservación y la preparación sencilla que se tiene al momento de llevarlos a algún guiso.
Es importante saber que algunos de los alimentos que se encuentran deshidratados concentran más los nutrientes, esto quiere decir que también las calorías son más. Un ejemplo que se puede realizar para seguir lo anterior es que por cada 100 gramos de durazno fresco se pueden obtener 51 calorías, en cambio, 100 gramos de duraznos secos podría contener alrededor de 260 calorías. Cabe destacar que la eliminación de la humedad durante la deshidratación, llega a concentrar la mayoría de los nutrientes en una masa más pequeña, aunque los productos son iguales en calorías, no en peso, pues de 6 kilos de de tomates frescos se pueden obtener .22 gramos de este producto.
Es por esto que las fuentes calóricas pueden incrementar considerablemente al momento de estar consumiendo estos productos y de esta forma dañar la salud por no tomar en cuenta este importante dato. Por otro lado la deshidratación no causa ningún tipo de cambio en el contenido de fibra o hierro. Cuando se llegue a usar calor, aíre o blanqueado en el proceso del secado puede llegar a destruir las vitaminas A y C, pero en el proceso se puede retener una cantidad considerable de vitamina A usando un método de secado a través de calor controlado.
Además, es importante comentar que pueden llegarse a perder también tiamina, niacina y riboflavina; sin embargo, en el blanqueado también se puede llegar a reducir la pérdida de estas vitaminas, principalmente durante el almacenamiento y la rehidratación. Cabe señalar que durante el tratamiento de sulfito, que es usado para poder destruir las enzimas durante el proceso de secado de las verduras deshidratadas, evita completamente la pérdida de diversas vitaminas, aunque produce la pérdida de aquellas que son solubles al agua y los minerales, tales como la vitamina C y aquellas que pertenecen al complejo B.
Por otra parte, para poder retener mejor el valor nutricional de cada uno de los alimentos deshidratados es posible hacerlo durante el cuidado del proceso, lo que va a implicar que las temperaturas sean bajas durante la deshidratación. La rehidratación de los alimentos sin ser remojados en agua puede llegar a producir pérdida de los minerales que componen al mismo originalmente. Seguir los métodos de cocción que son destinados para los alimentos secos es una muy buena opción, ya que para poder cocinar un vegetal que se encuentra deshidratado requerirá menos tiempo que los frescos, precisamente por la falta de humedad en su interior.
Deben ser guardados en un sitio fresco, completamente seco y usarlos dentro del año en que se hayan deshidratado, pues de lo contrario pueden llegar a descomponerse, es importante que durante la conservación se encuentren guardados separados entre aquellos que fueron rehidratados, ya que estos últimos son muy fáciles de echarse a perder. Cabe señalar que la deshidratación es uno de los procesos más prácticos para poder conservar cualquier tipo de alimento sin la necesidad de un refrigerador que pueda prolongar su vida, aunque como se dijo anteriormente, se debe tener cuidado de las cantidades que se consume por la pérdida de peso que se tiene en el proceso de deshidratación.
En Instantia nos dedicamos al proceso que conllevan las frutas y verduras deshidratadas, o en su caso en polvo. Esto con el fin de poder proporcionar a las personas una manera más fácil y práctica de poder conservar algunos alimentos, así como para poder facilitarles la preparación de platillos. No dude en contactarnos para poder obtener un pedido de la amplia gama de productos con los que contamos, ya que somos una empresa que se preocupa por la salud de cada uno de sus clientes y su bienestar al consumir frutas y verduras deshidratadas o en polvo.