¿Qué es más saludable, el ajo en polvo o el ajo crudo?

El ajo es una de las especias más utilizadas en la cocina: casi todos los platillos en la cocina mexicana y de otros países lo utiliza para darle mejor sabor a la cocina, pero cuando se trata de agregar a las comidas se tiene que limpiar, pelar y picar o moler para poder usarlo, lo que puede dejar un sabor poco agradable en las tablas y los cuchillos, así como en sus manos. Por suerte, en la actualidad se puede encontrar el ajo en polvo, que les hará más fácil el cocinar; la principal ventaja de contar con esta especia en polvo es que al momento de cocinar, solo tienen que sacarlo del armario y poder darle el toque ideal a su comida.

Desde el caldo de pollo o el de verduras, hasta las pizzas y las pastas, el ajo se agrega a casi todos los alimentos para darle un toque de sabor, sin mencionar que es una de las especias que tiene la mayor cantidad de beneficios. Dos de las presentaciones que más se utilizan son el polvo y de forma cruda. En polvo es más fácil de usar, puesto que sólo se requiere agitar el frasco sobre el platillo que van a condimentar y listo, pero ¿Cuál de las dos presentaciones es mejor para la salud?

Comencemos con el ajo crudo, el cual tiene en promedio seis dientes y un peso de unos 28 gramos; en promedio un ajo completo tiene unas 27 calorías, del total de su peso se calcula que tienen aproximadamente un gramo de proteínas, que si bien no son significativas en cuando a la tabla alimenticia, sí se compara con otras especias es superior a la mayoría.

Aproximadamente el uno punto seis por ciento del ajo es fibra natural que ayuda a la digestión, y entre los nutrientes que pueden destacarse del ajo son sus contenidos de calcio, que son de aproximadamente el tres punto tres por ciento de la porción, así como un uno punto siete por ciento de hierro y un tres por ciento de fósforo, que combinados contribuyen a desarrollar huesos fuertes. Estos nutrientes son más abundantes en el ajo que en cualquier otro alimento.

Pero el principal elemento que debe de destacarse en los ajos es su alto contenido de vitamina C, que llega a más del nueve por ciento, así como es una gran fuente de selenio, con un tres punto siente por ciento, que puede ayudar a protegerlos contra el desarrollo del cáncer, otra vitamina que tiene en grandes cantidades es la B6 que ayuda a combatir la fatiga y representa un once por ciento de la porción del ajo. Por último está el manganeso, un nutriente que ayuda en el metabolismo en general, y se encuentra en un quince por ciento en el ajo crudo.

Por su parte, una porción estándar de ajo en polvo, el cual ha pasado por un proceso de desecado y molido para su fácil manejo y larga conservación, es de poco más de nueve gramos, menos del treinta por ciento del ajo crudo. Esta porción cuenta únicamente con ocho calorías, una cantidad significativamente menor que el ajo crudo. En cuanto a la cantidad de proteína es del cero punto cuatro gramos, y únicamente cuenta con cero punto ocho por ciento de fibra natural.

En cuanto al resto de los nutrientes, al pasar por el proceso para hacerlo polvo, el ajo pierde un gran porcentaje, pero si se compara con que la ración es mucho menor, se puede compensar aumentando las cantidades. Respecto al calcio el ajo en polvo sólo tiene un creo punto dos por ciento, un cero punto siete por ciento de hiero y uno por ciento de fósforo.

Referente a las vitaminas, cuando se hace polvo el ajo pierde toda la vitamina C, puesto que es una vitamina hidrosoluble, y al ser secado se pierde por completo; y la vitamina B6 se reduce a un dos por ciento. Otros nutrientes que también disminuyen su porcentaje de manera significativa son el selenio, al cero punto nueve por ciento y el manganeso, del que sólo contiene un uno por ciento.

Si bien estos porcentajes pueden crear la ilusión de que el ajo crudo es mejor, la realidad como hemos mencionado, es que las porciones recomendadas no son equitativas. A pesar de eso, el ajo crudo es mucho más saludable que su versión en polvo, pero ambos siguen representando una gran fuente de vitaminas, minerales y sabor.

Por lo que el elegir con cuál van a cocinar depende únicamente de la practicidad y cuál es el que más les gusta a ustedes, así como otras características, como que el ajo en su versión en polvo, si es bien almacenado, puede durar por mucho tiempo, incluso años. Mientras que el ajo crudo, a pesar de tener un buen almacenamiento, tiene una duración de tan sólo unas semanas antes de degradarse y comenzar a perder gran parte de sus nutrientes; ya sea crudo o en polvo, el ajo no puede faltar nueva en su cocina para darle el mejor sabor a sus platillos.

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